Mundial de Fútbol 1962 – Chile

El Mundial de 1962 se celebró en Chile en medio de grandes desafíos, ya que el país había sido devastado por un fuerte terremoto en 1960. A pesar de las dificultades, Chile logró organizar un torneo exitoso que se convirtió en un símbolo de resiliencia y orgullo nacional. Fue una edición marcada por la dureza física de los partidos y por una destacada actuación defensiva de varios equipos.

Brasil llegó como campeón defensor y demostró su supremacía nuevamente. Aunque Pelé se lesionó en los primeros partidos, su ausencia fue cubierta por el brillante Garrincha, quien se convirtió en la figura del torneo. Su talento, velocidad y desequilibrio individual llevaron a Brasil a una nueva final, confirmando su poderío futbolístico. El juego duro, sin embargo, también fue protagonista, como en el recordado partido entre Chile e Italia, conocido como la “Batalla de Santiago”.

La final se disputó entre Brasil y Checoslovaquia, con victoria para los sudamericanos por 3-1, consolidando su segundo título consecutivo. La organización chilena fue elogiada y el torneo dejó un legado en infraestructura y pasión futbolera para el país anfitrión. El Mundial de 1962 también dejó claro que Brasil era la nueva potencia dominante del fútbol mundial, incluso sin su estrella principal en el campo.

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