El Mundial de 1966 se llevó a cabo en Inglaterra, la cuna del fútbol moderno. Este torneo marcó un hito histórico al ser la primera y única vez que Inglaterra ganó la Copa del Mundo. Con estadios modernos, gran afluencia de público y una fuerte cobertura mediática, el campeonato fue considerado un éxito organizativo y sentó las bases para la profesionalización creciente del fútbol internacional.
El torneo estuvo lleno de emociones y sorpresas, destacándose el papel de equipos como Corea del Norte, que venció inesperadamente a Italia y avanzó hasta cuartos de final. Por su parte, Inglaterra fue avanzando con autoridad hasta llegar a la final, disputada en el emblemático estadio de Wembley contra Alemania Federal. Ese partido es uno de los más comentados de la historia, especialmente por un gol polémico de Geoff Hurst que aún genera debate.
Inglaterra se consagró campeón tras vencer 4-2 en tiempo extra, con tres goles de Hurst, único jugador en marcar un hat-trick en una final mundialista. El torneo también introdujo innovaciones como las mascotas (con "World Cup Willie") y se consolidó como un evento de gran impacto global. El Mundial de 1966 elevó la reputación del fútbol británico y dejó una marca imborrable en la historia del deporte.