El Mundial de 1970 se celebró en México y es considerado por muchos como uno de los mejores de la historia del fútbol. Fue la primera Copa del Mundo transmitida en televisión a color a nivel global, lo que permitió que millones de personas siguieran los partidos con una experiencia visual sin precedentes. El torneo destacó por su nivel técnico, el espíritu deportivo y la brillantez de varias selecciones.
Brasil fue la gran figura del campeonato, liderado por Pelé, quien se convirtió en el único jugador en la historia en ganar tres Copas del Mundo. La selección brasileña deslumbró con su fútbol ofensivo, precisión táctica y talento individual. La final ante Italia, disputada en el Estadio Azteca, terminó con una victoria contundente de 4-1 a favor de los sudamericanos, consolidando a Brasil como una superpotencia futbolística.
Además de Pelé, el Mundial de 1970 nos dejó figuras como Tostão, Jairzinho y Rivelino. Fue también un torneo innovador en reglas, introduciendo por primera vez las tarjetas amarilla y roja. Este campeonato es recordado como el cierre perfecto para la generación dorada del fútbol brasileño y como un punto de inflexión en la globalización del deporte, con México demostrando su capacidad organizativa de forma ejemplar.