El Mundial de 2006 se celebró en Alemania y destacó por su organización impecable, estadios modernos y una atmósfera vibrante. Alemania recibió con entusiasmo a los fanáticos de todo el mundo, y la frase "El mundo entre amigos" se convirtió en el lema del torneo. Fue un Mundial marcado por el retorno del fútbol táctico y competitivo, y también por el fuerte protagonismo europeo.
Italia fue el campeón de esta edición, consiguiendo su cuarto título mundial tras una final inolvidable contra Francia. El partido terminó 1-1 en el tiempo reglamentario y fue decidido en penales, con victoria italiana por 5-3. Uno de los momentos más recordados fue la expulsión de Zinedine Zidane tras un cabezazo a Marco Materazzi en la prórroga, en lo que fue su último partido como profesional.
Alemania, país anfitrión, mostró un gran nivel y terminó en tercer lugar con una selección joven liderada por Miroslav Klose, quien fue el goleador del torneo. El Mundial de 2006 también marcó una transición generacional en muchas selecciones y consolidó el uso de nuevas tecnologías audiovisuales en la cobertura global del evento. Fue un torneo emocionante que dejó una profunda huella en la historia del fútbol moderno.